Innovation Lab

Tenemos que aprender a aceptar la incertidumbre y la confusión

Innovation Lab | Traducciones & Diversos Autores

Nota importante: en esta sección estaremos publicando traducciones al español de artículos de otros autores publicados originalmente en inglés, siempre que contemos con la liga que les permita leer el contenido orginal, la incluiremos al final de la traducción. Esperamos que estas lecturas sean de utilidad para mejorar sus organizaciones y sociedades.

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Febrero 4, 2018 Por Greg Satell

Una de las historias más contadas sobre la innovación es la de Alexander Fleming y su descubrimiento de la penicilina. Al regresar después de unas vacaciones de verano en 1928, el solitario científico escocés se dio cuenta de que un extraño moho había contaminado los cultivos de bacterias que estaba cultivando. Esa única observación cambiaría el mundo.

Al menos, así es como generalmente se cuenta la historia. Lo que realmente sucedió es que cuando Fleming publicó sus hallazgos, nadie lo notó realmente porque lo que descubrió no pudo haber curado a nadie. No fue sino hasta una década después que su trabajo fue descubierto por otro grupo de científicos que lo diseñó para la cura milagrosa que conocemos hoy.
La verdad es que la próxima gran cosa siempre comienza sin parecer nada porque llega fuera de contexto. Las grandes innovaciones no solo cambian el mundo, el mundo las cambia y mientras eso sucede nadie sabe realmente cómo serán las cosas. Eso es lo que nadie te dice acerca de la innovación. Para hacerlo bien, debes aprender a vivir en un estado de confusión.

La regla de los 30 años

La larga gestación de la penicilina, que no se comercializó hasta 1946, es más la regla que la excepción. De hecho, su tiempo de comercialización se acortó enormemente porque el gobierno de los Estados Unidos ordenó a más de dos docenas de compañías farmacéuticas que comenzaran a fabricar la droga para el esfuerzo bélico.

La electricidad y el motor de combustión interna tardaron aún más. Aunque las tecnologías iniciales se desarrollaron a principios de la década de 1880, la adopción generalizada y el impacto económico no llegaron hasta la década de 1920 . Tomó todo ese tiempo para construir cosas como infraestructura y tecnologías complementarias y para que surgieran nuevas prácticas que hicieran uso de nuevas capacidades.

Aunque tendemos a pensar que las cosas se mueven mucho más rápido en la actualidad, el camino desde descubrimiento hasta productividad no parece haberse acortado. No fue sino hasta aproximadamente treinta años después de la Madre de todas las demostraciones de Douglas Engelbart que las computadoras personales comenzaron a aparecer en los números de productividad. Los avances más recientes, como la inteligencia artificial, la computación cuántica y la inmunoterapia contra el cáncer siguen plazos similares.

Así que la innovación nunca es un evento único, pero generalmente toma alrededor de treinta años pasar del descubrimiento a la ingeniería a la transformación . Esa es solo una regla empírica, a veces puede ser más larga o más corta, pero estamos hablando de décadas, no de meses o años.

Combinaciones improbables

Una de las razones por las que la innovación toma tanto tiempo es que las tecnologías solitarias rara vez tienen un gran impacto. Así como el automóvil necesitaba caminos y estaciones de servicio y la electricidad necesitaba electrodomésticos, las tecnologías modernas necesitan un ecosistema de apoyo para realmente cambiar el mundo. Después de todo, ¿qué sería un iPhone sin una app store?

Las combinaciones también juegan un papel importante en el descubrimiento. En el caso de la penicilina, una de las razones por las cuales el descubrimiento de Fleming nunca ganó tracción fue que no había forma de producir suficiente para ser terapéuticamente efectivo. Parte de la respuesta vino en forma de licor de maíz , un medio de fermentación común en el medio oeste estadounidense, pero nunca antes visto en Inglaterra, donde Fleming vivió y trabajó.

Nuevamente, esto es más la regla que la excepción. De hecho, en un estudio que analizó 17,9 millones de artículos científicos , se descubrió que la mayoría de los avances se producen cuando la sabiduría convencional de un campo se combina con una pizca de conocimiento de algún lugar poco probable. A menudo es esa pequeña información la que rompe un bloqueo y apunta a direcciones completamente nuevas.

La innovación, en esencia, se trata de combinación . La única forma de liberarse de los viejos paradigmas es buscar continuamente cosas nuevas y luego fusionar, mezclar e incorporar aquellas con cosas que ya conoce.

Explorando lugares improbables

Al estar haciendo investigación para mi libro, Mapping Innovation (Estructurando la Innovación), hablé con docenas de grandes innovadores que, en muchos sentidos, eran muy diversos. Algunos eran ejecutivos y empresarios escandalosamente exitosos. Otros fueron científicos que hicieron descubrimientos innovadores. Algunos fueron divertidos y extrovertidos. Otros fueron callados y pensativos. No parecía haber un “tipo”.

Sin embargo, un aspecto de sus personalidades era asombrosamente común. Casi todas eran personas tremendamente amables y generosas que querían ser útiles. También eran intensamente curiosos, haciéndome preguntas sobre mí y mi trabajo. A menudo, tuve la sensación de que estaban casi tan interesados en mí como yo en ellos.

Por cierto, cuando piensas en ello, comienza a tener sentido. La innovación necesita exploración .

Cuanto más explores, más probabilidades tendrás de encontrar esa cantidad aleatoria de conocimiento que te ayudará a resolver un problema. Ser una persona que comparte aumenta la cantidad de personas que están dispuestas a compartir contigo. La generosidad puede ser una ventaja competitiva.

Sin embargo, buscar y explorar constantemente te lleva a lugares desconocidos donde tu conocimiento y experiencia proporcionan poca orientación. Eso puede ser incómodo, pero también es absolutamente esencial para que surjan ideas profundamente nuevas.

Incertidumbre trascendente

Uno de mis héroes más grandes es el físico Richard Feynman . Además de los descubrimientos pioneros que hizo en su propio campo, también ayudó a establecer nuevos campos como la nanotecnología, la computación cuántica e hizo importantes investigaciones en virología. Sin embargo, llegó a admitir que pasó la mayor parte de su tiempo en un estado de confusión.

Lo que hizo que Feynman, y también muchos otros grandes innovadores, fueran diferentes, es que pudo deleitarse con su propia incapacidad para comprender las cosas y transformar la confusión y la incertidumbre en asombro. Él sabía muchas cosas, pero estaba muy contento con el desconocimiento y se complacía en descubrir las cosas.

Sin embargo, nadie parece querer hablar de eso. Imaginamos a los grandes innovadores como aquellos con poderes de visión casi divinos. Vemos a Steve Jobs de pie en el escenario, triunfante, y rara vez tomamos nota de sus muchos fracasos y errores. Nadie habla nunca del dolor de confundirse con un problema durante años cuando parece que una respuesta nunca se revelará.

Es una pena, porque para hacer algo significativo tienes que salir del paso. Si las respuestas fueran fáciles de conseguir, alguien más ya las
habría encontrado. Los inversionistas quieren previsibilidad. Los gerentes quieren resultados. Pero los grandes innovadores aprenden a sentirse cómodos con sus propias limitaciones y viven en un estado de confusión, sin ninguna garantía de éxito.

Así es como las cosas avanzan.
– Greg

We Have Learn To Embrace Uncertainty And Confusion

Traducido para Novarum México por Rubén C Bonilla [email protected]

Tu competidor ideal

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Hace años, en un programa de actualización directiva en Estados Unidos, el instructor (Dr. Don Beck), formó grupos entre los participantes, con el fin de trabajar en aplicaciones practicas sobre el concepto de Diseños Naturales.
Como en el programa asistimos 4 o 5 mexicanos vinculados a una misma empresa, el Dr. Beck nos invitó a formar un grupo y realizar un ejercicio mental, pidiéndonos que “diseñaramos” un competidor que borrrara del mapa a la empresa que representabamos.
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Las disyuntivas y su valor Innovador

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Con frecuencia los procesos de toma de decisiones en las empresas y en la vida diaria, nos llevan a disyuntivas del tipo; Opción A vs Opción B, realizamos según el caso una rápida evaluación mental de ventas y desventajas de cada opción o un cuidadoso análisis costo – beneficio para optar por una de las dos opciones, o en ocasiones hay más opciones y las vamos eliminando hasta que se reducen a dos y de entre ellas, deberemos elegir SOLO una.
Este es un ejemplo, de la aplicación de la letra “O”, ya que así hemos sido formados a decidir entre una u otra opción. La pregunta que me viene a la mente es: ¿y por qué no ambas?
Observen a los niños con los que ustedes puedan convivir en su vida diaria, si a un niño le preguntas, ¿qué prefieres, pastel o gelatina?, existe una muy alta probabilidad que diga que quiere ¡ambos!, y la apenada mamá, le dirá´dulcemente: “no cariño, elige solo una…”, a lo que el niño o niña insistirá que quiere ambos.
Es probable que existan decisiones entre opciones mutuamente excluyentes, como en la frase: “no puedes comerte y tener el pastel”, sin embargo con frecuencia si observamos detenidamente, nos daremos cuenta que SI es factible elegir ambas opciones, y no solo eso, si abrimos las mente, podremos descubrir mas caminos o alternativas u opciones, por ejemplo: ¿y si obtengo mejor resultados sin incluir alguna de las opciones?, y si sumo una tercera opción y abrazo las tres juntas?
Y cuando, empezamos a retas nuestros propios patrones mentales de esta manera, nos daremos cuenta que estamos abriendo caminos hacia la innovación.
Veamos algunos ejemplos, que hoy pueden parecer triviales, y sin embargo hace años fueron el origen de valiosas innovaciones:
Movilidad en silla de ruedas y subir varios pisos en un edificio = Elevador
Leer por la noche = vela, candil, lampara de de keroseno, luz eléctrica
Temperatura ambiente superior a los 40 grados centígrados y trabajar en un ambiente confortable de 24 grados centígrados = Aire acondicionado
Guardar alimentos y que no se echen a perder = Refrigerador
Caminar en el parque y escuchar tu música favorita de manera privada = Walkman de Sony
Manejar largas distancias hacia tu trabajo y viceversa y leer un libro = Audiolibro + Smartphone + Bluetooth
Incrementar el volumen de transacciones bancarias y reducir la nómina del personal que atiende al público = Banca por internet
Estudiar y Trabajar = Educación Dual
Tener una junta en una ciudad X y al mismo tiempo estar en la ciudad Y = Skype, Webex, Gotomeetting, FaceTime, etc.
Comida turca, japonesa y mexicana = Fusión!
Te invito a que explores las decisiones que tomas en tu vida diaria, para que descubras con que frecuencia usas el “O” en lugar del “Y”, este cambio, aparentemente sencillo, puede ser el despertar de muchas innovaciones que llevan tiempo “gritándote” que las ¡descubras!
Sus comentarios son bienvenidos

Visión y Equipos complementarios

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Las personas somos diferentes, tenemos diferentes personalidades, habilidades y experiencias, estas diferencias pueden –bajo ciertas circunstancias- generar conflictos derivados de las diferentes formas de percibir la realidad presente o de percibir el futuro o realidad deseada.
Con frecuencia nos exasperamos con personas que razonan de manera muy diferente a la nuestra y calificamos su forma de pensar y actuar como “ilógica” o incluso “irracional”. En realidad, no son “ilógicas”, simplemente es otra lógica, diferente a la nuestra.
El Dr. Ichak Adizes, postula que los conflictos pueden ser de naturaleza constructiva o destructiva, todo depende de que puedan converger dos ingredientes para que los conflictos -que “per-se” no son buenos ni malos-, sean de naturaleza constructiva: Confianza y Respeto Mutuo.
El respeto mutuo, lo podemos entender como el innegable derecho de que la otra persona piense diferente a como yo pienso y aún más, cuando además de abrir mi mente a que el otro o los otros piensan diferente, mantengo al mismo tiempo en mi mente la capacidad de aprender de esos puntos de vista divergentes a los míos, se genera un ambiente muy positivo y favorece la construcción de equipos complementarios. Ya que en lugar de estar pensando cómo voy a rebatir sus argumentos e ideas, suspendo mis juicios y prejuicios, y exploro nuevos elementos que pueden ser valiosos para enriquecer mis modelos mentales.
La confianza mutua por su parte, consiste en que todos los integrantes del equipo de trabajo, departamento o empresa, tengamos intereses comunes. Y una forma de alinear la diversidad natural de intereses, es mediante la integración de las diferentes visiones personales, en una sola visión, en la que auténticamente podamos converger y trabajar juntos para lograrla.
Una visión que de manera natural provoque que los diferentes anhelos personales y visiones personales o departamentales, se alineen en la búsqueda de un bien común, y por su puesto en provocar que la organización evolucione de manera sana y armónica al siguiente nivel. Este tipo de visión que integra diversas visiones individuales, se le conoce también como una meta de orden superior. (en inglés: Super ordinate goal)
Una meta de orden superior es aquella que todos queremos lograr, pero que ninguno de los integrantes del equipo puede lograr por sí solo, y de ahí emana la confianza entre todos, ya que sumado al respeto mutuo, sabremos con certeza que todos estamos actuando con la mejor voluntad de lograr esa visión.
Ahora bien, no todo es miel sobre hojuelas, ya que es válido que algunos integrantes de la organización o equipo, decidan seguir otro rumbo, es decir, que por bonito que se escuche el que todos busquemos la misma visión de manera propositiva y respetuosa, aprendiendo unos de otros, no significa que siempre será posible hacerlo con las personas involucradas.
Recuerdo hace años, en una empresa donde trabajaba, condicionaron el seguir en la organización, a llevar a cabo cierto tipo de acciones, acciones con las que yo no estaba de acuerdo, por no convenir a mis intereses. Tan pronto me quedó claro, que no iba a ser factible lograr mis metas o mi visión personal, al mismo tiempo que las metas y visión de la empresa, busqué otro camino y me retiré de la empresa.
También debemos estar conscientes que no siempre eso que yo hice, lo podemos hacer todas las veces, y podemos quedar “atrapados” en un trabajo que no nos gusta, o una empresa que no me permite cumplir mi visión personal, pero al mismo tiempo no tengo otra alternativa de ingreso. Si este fuera el caso, si es importante honrar el lugar de trabajo de donde proviene nuestro sustento, y buscar la mejor forma de aportar de manera positiva a la visión de la empresa, en tanto –quizá- en nuestro tiempo libre empezamos a construir nuevas alternativas.
De manera que estamos hablando de una relación de madurez entre colaboradores y empresa, reconociendo cada parte cómo es que logran un sano intercambio de valor en beneficios de ambas partes, e incluso con un enfoque de ganar-ganar-ganar: Ganas tú, Gano yo, y Gana algo más grande que tú y que yo, como pueden ser los clientes de la empresa, la comunidad o incluso el país.
Y quienes leen esto, pueden estar en un rol de líderes o de colaboradores, solo no olvidemos que, en el fondo, todos debiéramos actuar como líderes, al menos líderes de nosotros mismos, de nuestras emociones y de nuestros anhelos, y responsablemente reconocer nuestro momento de vida y actuar siempre de manera profesional y enfocados en dar resultados alineados a la visión de la empresa y trabajando de manera constructiva ante los conflictos que de manera natural se vayan presentando.