Mandar hacer tantita ciencia

Administración de la Tecnología
Publicado en Reforma el 25 de julio de 2005
Autor: Enrique Canales Interfase
Conviene contratar tantita ciencia, sólo lo suficiente para contestar formalmente dentro de cuáles parámetros podemos trabajar.
Unproyecto de nivel profesional dentro de una empresa procura hacer algo de mayor valor a menor costo. Por eso, un buen profesionista debe encontrar oportunidades de subir valor, es decir, lograr que nuestros productos y servicios les sean más útiles a los clientes y consumidores. También el buen profesionista sabe encontrar oportunidades de bajar costo sin perjudicar el valor.
Bajar costo de forma despiadada, perjudicando el valor y la calidad de nuestros productos y servicios, es caer en el resbaladero de nuestra desgracia. Pronto vamos andar diciendo que nuestro producto es muy bueno y muy barato, lo cual es charlatanería.
Con conocimientos meramente profesionales, conseguibles en la Red, en los libros de textos o con los proveedores, no podemos tener ninguna ventaja prolongada, pues todo mundo nos puede copiar.
Entonces, cuando queremos competir con un saber hacer algo que todavía nuestros competidores no saben cómo hacer, estamos hablando de la necesidad de realizar un desarrollo tecnológico. Necesitamos aplicar otros conocimientos y otra lógica a la técnica, lo cual implica hacer algo muy específico y diferente a nivel competitivo mundial.
¿Es muy difícil hacer desarrollos tecnológicos en las empresas mexicanas? Se requiere
que los patrones lo anhelen y se requiere que algunas personas dentro de las empresas también traigan ganas de estudiar algo a profundidad. Al principio de un desarrollo tecnológico se sufre un poco porque no sabe por dónde empezar, pero con buena ayuda técnica y tal vez algo de ayuda económica de Conacyt, cada vez existen más empresas realizando algunos desarrollos tecnológicos de ventaja.
Desde luego, también existen más consultores que dominan el área de administración de tecnología y pueden mapear avances de mercado, de competidores, de tecnología y de la frontera de la ciencia. Así también cada vez existen más profesores universitarios que, aunados a sus temas de interés científico, ya aprendieron a dar consultorías en pequeñas intervenciones, porque ya se han dignado a meterse algunas tardes a las empresas para entender su problemática.
Gracias a la apertura, la necesidad de competir con conocimientos de frontera se acelera, pero todavía dentro de nuestras universidades, incluyendo desde luego a la UNAM, al Poli y a la UAM, existe muy poca disposición para que los científicos se involucren personalmente en ayudar con tantita ciencia de punta a nuestros empresarios que buscan pequeñas pero significativas ventajas para sus productos y procesos.
Nuestros empresarios mexicanos no tienen por qué esperar a que se desarrolle ninguna ciencia básica, ni menos tienen que utilizar a la ciencia mexicana, al contrario, una característica de la ciencia es que es universal. Si un profesor investigador consultor de la Universidad de Wisconsin o de Sao Paolo se encuentra en la frontera de la ciencia de materiales cerámicos para uso electrónico, y ése es el tema afín a los productos de la empresa, pues nos conviene preguntarle por correo a dicho profesor.
Para grandes proyectos conviene hablarle al departamento de vinculación, pero para contratar tantita ciencia, es mejor ponerle un correo directamente al profesor y con él nos entenderemos muy fácil. La mayoría de los profesores investigadores de otros países comprenden que una parte de la ciencia de frontera está disponible para experimentar en ciertas aplicaciones.
A veces ni el empresario ni el operador dentro de la empresa pueden plantear su problema productivo en términos de problemas tipificados como de ciencia y
tecnología, pero no importa por el momento, porque siempre hay profesores investigadores y consultores que se bajan de sus nubes para atender problemas reales en las canchas empresariales, empezando por transformar un problema industrial o de servicio, en un problema científico específico y de poca duración.
El administrador de un desarrollo tecnológico se topa con lo que no sabe, por lo tanto, invita a uno o varios profesores investigadores a realizar tantita ciencia, para dejar bien establecido lo que se puede o no se puede hacer. Conviene contratar tantita ciencia, sólo lo suficiente para contestar formalmente dentro de cuáles parámetros podemos trabajar.
Los empresarios mexicanos cuentan con muy pocos socios científicos universitarios que en forma personal estén dispuestos a bajarse de los altos estudios para trabajar en pequeños problemas puntuales, creando puntas de flechas competitivas de nivel internacional. Desde luego, el socio científico si es certero y efectivo podría de pasada ganar algo de dinero como consultor, dinero que puede emplear para volverse más fregón.

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